domingo, 19 de abril de 2020

Los cuidados paliativos, en primera línea del abordaje de los pacientes COVID-19

La gente no tiene miedo a morir; 
la gente tiene miedo a morir en una Unidad de Cuidados Intensivos,
alejados del alimento espiritual que da una mano amorosa, 
separados de la posibilidad de experimentar las cosas 
que hacen que la vida valga la pena
Elisabeth Kübler-Ross 



La infección por virus SARS-CoV-2 (COVID-19) puede cursar en muchos pacientes con una importante carga sintomática, cuyo óptimo manejo requiere de una intervención paliativa en primera línea de actuación, especialmente en aquellos cuya situación funcional y de comorbilidad previa desaconseja sean sometidos a ventilación mecánica, situación ésta que, además, hace necesaria una comunicación abierta y clara, tanto con el paciente como con su familia.

La pandemia de COVID-19 ha forzado importantes cambios en los planes de cuidados aplicados en el día a día de las Unidades de Cuidados Paliativos, en buena parte debido a limitaciones en el suministro de medicamentos básicos, como midazolam o fentanilo, que también se emplean en las UVI, así como a la alteración en la composición de los equipos, pues muchos sanitarios han tenido que ser reubicados en estas unidades desde otros servicios, debiendo enfrentarse a una realidad de cuidados absolutamente nueva para buena parte de ellos.

En consecuencia, resulta muy importante disponer de unos protocolos de valoración y de recomendaciones terapéuticas claros, concisos y de fácil aplicación, que permitan una mayor efectividad en el control de los síntomas, y adaptados al tiempo adicional necesario para poder tomar las necesarias medidas de protección personal y de control infeccioso.

Además, dada la posibilidad de deterioro brusco observada en estos pacientes, el proceso de toma de decisiones debe agilizarse al máximo, y todo ello de forma compartida con el Servicio de Medicina Intensiva, pues no es raro que la rapidez de evolución clínica pueda impedir incluso la interconsulta con Cuidados Paliativos en los términos habituales.

A este respecto, en un reciente artículo, Fusi-Schmidhauser et al. describen, a partir de su experiencia en una Unidad Hospitalaria de Cuidados Paliativos, una propuesta de manejo de los pacientes no candidatos a ventilación mecánica, centrada en los síntomas clave observados en esta población (disnea, dolor y malestar, frecuentemente asociado a fiebre).

Para ello, y mediante la aplicación de una escala de valoración sintomática básica y la observación de diversas constantes vitales, describen tres tipos de pacientes:

  • Estables: Pacientes con EWS<7, frecuencia respiratoria no superior a 25 y saturación periférica de oxígeno por encima de 88% con mascarilla hasta al 60%. En estos pacientes, el manejo incluye:
    • Valorar disnea, distrés y dolor ("3D") por escala analógica-visual, una vez por turno si el paciente está alerta.
    • Valorar las áreas de presión cutánea y necesidad de colchón antiescaras.
    • Intensificar la comunicación con los familiares, preparándoles para un posible desenlace cercano.
    • Deprescribir medicación no esencial y centrarse en el control sintomático.
  • Inestables: Pacientes con EWS>7, frecuencia respiratoria superior a 25 y saturación de oxígeno menor de 88%.  En este caso, el abordaje se centra en:
    • Valoración 3D, 2 veces por turno si el paciente está alerta.
    • Mantener un flujo máximo de oxígeno de 4 lpm.
    • Observar la presencia e intensidad del trabajo respiratorio.
    • Limitar la hidratación a 250 ml/d como máximo.
    • Suspender tratamientos fútiles e intensificar control sintomático.
    • Informar a la familia del estado y proponer visita.
  • En situación de final de vida: Pacientes con síndrome de distrés respiratorio (SDRA) establecido y saturación periférica de oxígeno inferior a 70%
    • Valoración 3D, 2 veces por turno.
    • Si el paciente no comunica, valorar por turno la presencia de agitación, hipertermia, distrés, taquicardia y taquipnea.
    • Suspender administración de oxígeno.
    • Reforzar los cuidados básicos de confort y de la boca.
    • Intensificar control sintomático.
    • Informar a la familia y reevaluar de cara a las visitas.

Escala Early Warning Score (EWS)

El adecuado manejo de los pacientes con COVID-19, en el actual escenario pandémico y dadas las peculiaridades de la presentación y evolución de la enfermedad, plantea importantes dilemas éticos y de necesidades de comunicación y de adecuación de esfuerzo terapéutico que hacen imprescindible poder contar con las Unidades de Cuidados Paliativos en primera línea.

Los equipos han de ser capaces de adaptar sus planes de cuidados a las exigencias asistenciales y a las carencias y disfunciones en los recursos, tanto de personal como farmacológicos. En este sentido, la aportación de este artículo puede ser de gran utilidad como guía.

Foto: Piero Cruciatti/AFP (vía Getty Images)

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