¿Por qué "con P de Primaria"?
En España, se estima que 1,2-1,5% de la población tiene necesidades de atención paliativa, en su gran mayoría (más de 8 de cada 10), con enfermedades no oncológicas, frecuentemente asociadas a dependencia, fragilidad y multimorbilidad. Eso supone que en torno a unas 25 personas por cupo medio de médico de familia se beneficiarían de esta atención, centrada en la persona y que facilita una toma de decisiones planificada según sus valores y preferencias.
Sabemos que un enfoque paliativo temprano, "de soporte", que permita un abordaje proactivo de las necesidades individualizadas de paciente y familia, mejora el control sintomático y la calidad de vida así como la satisfacción con los cuidados.
Ahora bien, ante el aumento exponencial de prevalencia y mortalidad de la enfermedad crónica avanzada, para que un modelo de estas características sea eficiente y sostenible debe ser integrado, con actuación coordinada en diferentes niveles según el grado de complejidad de las necesidades, independientemente del estadio evolutivo de la enfermedad, y con posibilidad de ser aplicado en el entorno comunitario, por otra parte, el mayoritariamente elegido por pacientes y cuidadores.
En esta situación, las características intrínsecas de la Medicina de Familia, su papel de proximidad, conocimiento de la biografía clínica y personal y del entorno sociofamiliar, hacen imprescindible su intervención para poder asegurar un abordaje integral con equidad y eficiencia de las necesidades y demandas de la unidad paciente-familia.
Se sabe también que la participación de Atención Primaria en los cuidados al final de la vida duplica las posibilidades de que las personas que lo desean fallezcan en su domicilio, reduce significativamente la carga sintomática y ello sin que el duelo en el cuidador se vea afectado; además, al menos en personas con cáncer, resulta coste-efectivo.
De hecho, la OMS nos recuerda que la asistencia a personas con necesidades paliativas debe considerarse una función esencial de Atención Primaria, por razones éticas, de salud pública y económicas.
Por todo ello, y porque es un enorme privilegio al que la Medicina de Familia no debe renunciar, reivindiquemos #PaliativosConPdePrimaria.
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| La filosofía de la atención paliativa está en la esencia de la AP |
Se sabe también que la participación de Atención Primaria en los cuidados al final de la vida duplica las posibilidades de que las personas que lo desean fallezcan en su domicilio, reduce significativamente la carga sintomática y ello sin que el duelo en el cuidador se vea afectado; además, al menos en personas con cáncer, resulta coste-efectivo.
De hecho, la OMS nos recuerda que la asistencia a personas con necesidades paliativas debe considerarse una función esencial de Atención Primaria, por razones éticas, de salud pública y económicas.
Por todo ello, y porque es un enorme privilegio al que la Medicina de Familia no debe renunciar, reivindiquemos #PaliativosConPdePrimaria.
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